Las estructuras metálicas son la base de cualquier proyecto de construcción. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado a la hora de elegir cuál utilizar. En este artículo te explicaremos qué materiales se utilizan para su construcción y cuáles se adaptarían mejor a tus proyectos.
Antes de profundizar en el tema, definiremos brevemente las estructuras metálicas. Estos sistemas son un conjunto de partes metálicas que tienen como función principal soportar determinados efectos de fuerza. Su instalación dependerá del lugar donde se sitúa y de los materiales a utilizar.
De la gran variedad de empresas de estructuras metálicas que encontramos en el mercado, los productos que más venden son las de acero. Esto debido a que pueden soportar mucho peso, son flexibles y tienen una plasticidad que puede ayudar en momentos de desastres (terremotos).
*DATO: Quizá la única desventaja que puedan tener estas estructuras de acero es que son vulnerables a altas temperaturas.

No obstante, cualquier tipo de estructura metálica, antes de ingresar al mercado, debe cumplir una serie de condiciones para la seguridad de las personas. Estas son básicamente tres: Rigidez (no se deforman una vez instaladas), estabilidad (sin peligro a volcaduras) y resistencia (todos sus elementos son capaces de soportar una gran cantidad de fuerzas).
Con respecto a su uso dentro de los proyectos de construcción, debemos aclarar que siempre se utiliza una estructura principal y otras secundarias.

Estructuras principales
se encargan de reducir a cero las probabilidades de volcadura. Debido a esta importante labor, sus componentes deben ser de la más alta calidad. Siendo las vigas metálicas y los pilares metálicos los que más sobresalen.

Vigas metálicas
Son barras horizontales que trabajan a flexión. Este elemento también posee algunas variantes como, por ejemplo, las viguetas, vigas tímpano y los largueros.

Pilares metálicos
Conocidos también como montantes, son elementos verticales que reciben esfuerzos de tipo axil (compresión).

Estructuras secundarias
Este tipo de sistemas se llegan a utilizar, por lo general, en las fachadas y cubiertas de edificaciones. Son conocidas como subestructuras y se colocan sobre las estructuras principales. Ojo, las estructuras secundarias pueden ser fabricadas con metal u hormigón.
Otro aspecto que debemos tener muy en cuenta es la unión de estas estructuras. Porque si estos sistemas no están bien ensamblados, probablemente nuestra edificación terminará por los suelos. Estas conexiones deben realizarse teniendo en cuenta los requerimientos del proyecto. Pueden ser rígidas, semirrígidas e incluso flexibles.
Una vez que se den las especificaciones del proyecto, podemos elegir entre dos tipos de uniones: Por soldadura y por tornillos. Las primeras son las más comunes y se realizan a través de exposición al calor; mientras que las segundas son conexiones rápidas y se aplican a sistemas ligeros.
Ahora sí, con toda la información que te hemos brindado, podrás elegir el sistema que más se adapte a los requerimientos de tu proyecto